Hoy estaba haciendo limpieza en el trabajo. El viernes acabamos y ya sabéis que las carpetas engordan lo que no está escrito, los papeles se acumulan, las grapas no quieren salir de su sitio después de meses agrupando papelitos y... en fin, que os voy a contar, la trituradora de papel echaba humo, las cajas se amontonan en torres imposibles, parecen que van a caer de un momento a otro y te haces cortes intentando desgajar los documentos encuadernados.
En todo esto estaba yo esta tarde, cuando revisando las carpetas de mi cajonera he re-descubierto una foto que, al principio del proyecto, nos hicimos las chicas (éramos pocas) con un compañero al que le hicimos un regalo.
Iba a guardarla en la caja de cosas para llevarme a casa cuando me he fijado que la foto tenía algo raro: sobre mi pecho unos rasguños y en lugar de ojos, dos agujeros que me dejaban ver el suelo.
Bueno, sé quien ha sido, sé cómo es esa persona y sé que la gente que se dedica a hacer cosas tan infantiles como esas no tienen vida propia y necesitan descargar su rabia hacia el mundo; no olvidemos que ellos no tienen problemas, es el mundo el que está siempre en contra, y se vengan del prójimo haciendo tonterías como ésta.
Igualmente me ha dado un yu-yu muy malo y he ido directamente a la trituradora con la foto en mano, el brazo extendido intentando alejarme física y mentalmente todo lo que he podido de la dichosa foto. ¡Zas! ¡Al monstruo come-papeles! La ha absorbido, la ha mordido y se la ha quedado en su enorme barriga llena de virutas de colores.
Esto me ha hecho reflexionar sobre esa cosa, sentimiento, feeling,... que llamamos amistad.
He tenido amigos/as de todos los colores, tamaños y formas. Algunos transitorios, otros de por vida aunque nos veamos una vez al año, otros circunstanciales y todos son buena gente.
Tengo amigos y amigas a los que les puedes llamar y charlar y quedar y tomarte unas cervezas, ir de comprar y todas esas cosas que podríamos llamar superficiales. Pero también los tengo del tipo cojín, para achucharles y dejarte achuchar, y llorar si hace falta. De los que te echan el brazo por encima y te dicen que todo pasará, y que ahí están para lo que sea. De los que les llamas para celebrar algo y siempre están dispuestos a emborracharse contigo, a pegarse unas risas a costa de lo que sea (lo siento mundo), del tipo de amigos que te piden el curri cuando te quedas sin trabajo para ver qué pueden hacer... en fin, puedo decir que tengo buenos amigos, y para mí es suficiente. A mi me gusta que mis amigos cuenten conmigo para lo que sea.
Una vez tuve una amiga del tipo vampírico. Sí, de esas que te chupan la energía positiva, que están todo el día en casa con un pasaba por aquí y que no se iba nunca.
Siempre hablaba ella, nunca preguntaba cómo me encontraba aunque me viera con unas ojeras que me llegaban al suelo y solo le interesaba contarme lo mal que lo estaba pasando y bla bla bla. Un día me enfadé, y creo que con razón, pero como es largo de explicar, omitiré los detalles. A partir de ese momento, dejó de ingresar en mi vida como aquel que ficha en el trabajo cada mañana, dejó de enviarme sms, dejó de enviarme mails, y de golpe, me di cuenta que no me costaba respirar, que podía dormir por las noches, e incluso, que mi señor esposo y yo no nos peleábamos. Conclusión: no era una amiga, era una cosa pegada a mi vida y que no me dejaba ser yo, y por tanto, mejor así.
No hace mucho me crucé con ella un par de veces acompañada de la misma persona y pensé: "Mira, ya ha encontrado alguien a quien pegarse...". Nos saludamos y hasta hoy.
La persona, por llamarle de alguna manera, que ha transformado la foto en un chiste malo, también se creía el ombligo del mundo, pero yo, a pesar de todo, deseo que la vida le vaya muy bien, por que ya sabéis aquello de que hay que tener cuidado con desear el mal a los demás.
Estoy mayor para perder el tiempo con estas cosas, pero me ha venido la inspiración...
Muchos abrazos, achuchones y disculpas virtuales a todos mis amigos y amigas blogueros por este post tan largo.
7 comentarios:
¡Lo que hay que leer!
Hay gente que se quedó en tercero de primaria y no logró superarse más allá...
En fin, que tienes toda la razón del mundo en todo lo que dices!
Besos.
Me he quedado flipaaada :o con la anécdota.
Me parece increible que haya gente que dedique el tiempo de trabajo a maquinar ese tipo de tonterias, en vez de centrarse en la tarea (que pa' eso se va a la oficina ¿no? - pa' currar).
En fin... lo mejor en estos casos es actuar como tú: trituradora y... ¡a otra cosa, mariposa!
Besitos.
sort tenim d'aquesta finestreta oberta al món per la que cridar i a través de la qual t'escoltem un altre tipus d'amigues...
aquí estem, per prendre'ns les birres virtuals que faci falta!!
besitos
Si chica hay gente por ahí suelta que es mejor tenerla lejos, de todas formas yo creo que si consigues aguantar, al final las más perjudicadas son ellas, todo les es devuelto. Por suerte también hay gente estupenda y maravillosa y creo que son los que más abundan.
Ánimos y aguanta el tirón petonets guapa.
Te escribo para mandarte muuuuuchos ánimos, debe ser muy duro esto de tener que limpiar todo, triturar documentos y cambiar de vida, en fin, cambiar de trabajo. ¡No te desanimes! Seguro encuentras muchas cosas interesantes para hacer, eres una manitas. Si lo tienes que dejar es para encontrar algo mucho mejor.
Lo de la chica esta, eres muy valiente de contarlo, son estos 'detalles' que el no gustan a nuestro ego y .. cuando tienes el ánimo bajo vuelven, la mente parece que a veces te va pasando la misma mala película. Sólo se la meditación para hacer una especie de "reset". Pero cuando lo superas creces que no veas, o no? Esperemos no acabar como Brigitte Bardot que prefiere sus mascotas a los humanos je je.
Besos y muuucha suerte!
pues que vengan muchos post como éste pero sin la necesidad que se acerquen ese tipo de personas :)
nena hay tanta gente así por este mundo...
un abrazo para ti y que todo vaya bien!
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