07 enero, 2010

Relato de Nochevieja

Ya se han acabado las fiestas navideñas, y no sé si dar las gracias o no.
Aunque lo más destacable es que no sé si tengo o no trabajo: digamos que en mi empresa se está dando una situación que se puede calificar de compleja como mínimo, sino es que es totalmente kafkiana.

Diría que lo que más me ha impactado a nivel familiar es que esta Nochevieja mis hijas tuvieron su primera "juerga". Salimos de casa de los abuelos pasadas las doce y media de la noche y nos fuímos a casa de unos amigos, tal y como habíamos quedado.

Yo pensé que como muy tarde a la una o una y media, mis hijas pedirían con caras de pena y cansancio supremo que las llevásemos a casa, pero he aquí que al encontrarse con sus pequeños amigos, se produjo una reactivación de sus pilas internas y empezaron a moverse como esos coches con mando a distancia cuando se vuelven locos... gritaban, se abrazaban, se peleaban, se tiraban los juguetes a la cabeza, se daban besos...en fin, los mayores empezamos a jugar al Party & Co. y se nos fue el santo al cielo! (tuvimos una gran guerra de sexos jajaja).

Cuando nos dimos cuenta eran las cuatro de la madrugada y decidimos de forma unilateral finiquitar la fiesta. Mis hijas se metieron en la cama sin rechistar y digamos que de forma instantánea se quedaron KO. Nunca pensé que aguantasen tanto ya que con tan solo dos horas de siesta el crédito de insomnio como mucho daba para la una de la madrugada.

Está claro que me equivoqué de plano.

Por cierto, que he retomado el Laminaria, como penitencia de Nochevieja y lo he vuelto a empezar con un Lorna's Laces (Bucks Bar) de AYKL que tenía aparcada a falta de proyecto adecuado. A pesar de que a veces compro lanas con verdadero entusiasmo y en mi cerebro se proyectan los colores y la formas, después esa visión se me hace fustrante una vez empezado el proyecto y tiendo a dejar aparcadas lanas que en principio me estaban pidiendo a gritos: "Téjeme! Téjeme!". Así que voy acumulando chales, cardis, bufandas y otras cosas a medio empezar que se acaban convirtiendo en un maremágnum de agujas y lanas entrelazadas que acaban gritándome: "Téjeme o mátame de una vez!.
A veces hago caso de sus gritos y los deshago sin piedad, en otros casos, sigo adelante y a veces me sorprende el resultado por inesperado.
En este caso, empecé el Laminaria el 27 de diciembre del 2008, así que he tardado un año y unos días en madurar este chal y tomármelo con calma. Deshice el camino y cambié de lana y aunque el colorido parecía que iba a apagar el calado, me está resultando de lo más apropiado: los colores me recuerdan un poco a esos que pintaba Monet en éste cuadro y que se parecen a aquellos que imaginaba que había en los cuentos de hadas de cuando era pequeña. Mmmm, me estoy poniendo pastelona...

3 comentarios:

Adijirja dijo...

Me dejas de una piaza con lo de tu trabajo. Espero que la situación mejore y que no ponga en peligro tu puesto.
Con lo de los hilos te entiendo a la perfección. A mi me pasa con muchos de los proyectos que empuezo y no et cuento con las lanas que compro y después s quedan esperando pacientemente a que me decida por el "modelo perfecto"...
En fin, nena, espero que todo se resuelva...
Abrazos,

Unknown dijo...

Tens raó, és un laminaria totalment impressionista! tinc ganes de veure'l acabat!

Sig dijo...

es precioso! me encantan esos colores.
Es una pena lo del trabajo, ahora estamos pasando situaciones insolitas, que parece mentira... en fin, que todo sea para mejor!
Arriba ese animo!
;)

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