En momentos de ansiedad no deberían dejarme suelta, por ahí, comprando con la crisis que hay. Han caído ésta manoletinas negras (la verdad es que necesitaba unas) y otro más de tacón que ya os enseñaré.
Además cuando fuí a comprar caramelos para el trabajo, la dueña de la tienda me regaló una simpática vaca verde!!! me mira con una carita...
Es un cenicero, pero lo lleno de chuches, lo cual aumenta mis remordimientos... a la que me entra la crisis en el trabajo, zas! chuche a la boca y claro, así no hay quien adelgace :-(
4 comentarios:
uff! yo también tengo un peligro... me necantan las manoletinas, tengo unas cuantas en mi armario.. je je, precisamente mañana voy de compas con una amiga!
petons
Jajaja me encanta la vaquita!!!!
Y para dejar de tener remordimientos; caramelos sin azucar!!! te sorprenderías la variedad que hay... chupa-chups no tiene azucar!!
Y lo d las manoletinas... de vez en cuando hay que darse algún capricho ;);)
Ay, Luisilla, ¿te puedes creer que me he comprado yo también unas manoletinas, casi casi iguales, pero en morado? Hija, tenemos telepatía. Las mías son planitas, con la suela de goma, muy cómodas, aunque fíjate, precisamente el día que pensaba estrenarlas sale lloviendo (aunque bendita lluvia, por otro lado, que aquí estamos de secano) Y la vaca es muy chula. Por lo de comer...jeje, la línea se puede ir a la porra, antes estás tú y no cabe duda del bien que hace una buena vaca llena de chuches.
Besos.
Estoy con Laurita. Además, siempre recuerdo lo que dice mi padre: "cuando el cuerpo te pide dulces es porque necesitas el azúcar" y yo lo aplico al pie de la letra!!!
Me encanta la vaca. Sabes? en la mesa del curro yo también tengo una vaca, me la regaló un compañero porque siempre decimos que cuando nos salga la lotería compraremos una a medias. Aún solo nos ha dado para las moscas. Pero estamos en ello... :))
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