Insociable

Pasa por delante de mi mesa con la cabeza baja, paso rápido y mirada huidiza. No me dirige la palabra si no es estrictamente necesario, no es que yo quiera conversación, es que no habla con nadie. Está peleada con el mundo y encima parece que los malos somos los demás. Creo que es una pijismiquis insociable, acostumbrada a que todo el mundo le baile el agua y yo por ahí no paso. No le hago la pelota a nadie, por principios.

Ya empieza a ponerme nerviosa su risa hipócrita y sus carcajadas afectadas, sobre todo cuando habla con el jefe y no... no tengo un ataque de cuernos, pero yo no he venido a ayudarte a tí, he venido a hacer otro tipo de trabajo y solo hace falta que abras las orejas y que escuches algo más que no sea a tí misma.