Dos meses depués...

Dios! cómo pasa el tiempo! En fin, de momento Helena sigue creciento (el domingo cumplió 2 meses) y está preciosa, parece una muñequita. Claudia empieza a llevar mejor el tema celos y yo sigo sin poder domir más de 3 horas seguidas, no por que Helena llore, sino por que creo que he recaido en mi insomnio crónico, heredado del embarazo de Claudia... triste esto de no poder dormir cuando uno quiere, te deja hecha polvo.
Segunda consecuencia de mi segunda hija: estoy hambrienta de vida social, no puedo ir ni a tomar un cortado sin tener que darle el pecho en público a Helena y claro, se convierte en un pequeño problema dependiendo dónde te encuentras.
Además todo el mundo tiende a preguntarte por la criatura y nadie por ti, si estás bien o no, si necesitas algo...
Ya veis, la próxima vez que escriba, espero estar más positiva.