Este es mi nuevo escenario laboral: los alrededores de la antigua torre de control del aeropuerto. Cada mañana me saluda, me da la bienvenida y me desea un buen dia. Desde ella se acompañaban a los aviones al iniciar su vuelo, y los mecían en el viento hasta que los entregaban a otra torre, para que cuidara de ellos.
La jubilaron por otra, pero no se atrevieron a derruírla, todavía sirve...Me gusta y me hace sentir bien, salir del coche y que el viento frío me de en la cara, respiro y pienso que la vida tiene cosas que ofrecer, unas buenas y otras malas, pero no hay que dejarlas pasar, ni siquiera las malas; de ellas debemos aprender.Todavía tengo lastres que me pesan toneladas y que se resisten a dejarme marchar, me obligan a desacelerar mi paso y no puedo desatármelos de los tobillos. Espero poder dejarlos atrás con paciencia y tiempo...
En fin, dejemos la melancolía y pasemos a temas más banales: mi dedo herido mejora pero cuando me quité la pseudo protección de trombocid casi me caigo al suelo de lo que ví. Espero que no me crezca una uña deformada, soy bastante maniática con las manos, mmm... ya buscaré una solución, no sé, uñas de porcelana o algo así.
El lunes empecé las clases de pilates y la verdad es que al día siguiente tenía agujetas, así que supongo que funciona, aunque sea lento. Mañana segunda sesión.
Por lo pronto voy cumpliendo los objetivos de año nuevo.
Y no podía dejar de poner una foto del abriguito de Helena, tiene unas aplicaciones de fieltro que me encantan. Y en cuanto a su BSJ tuve que deshacerla por que efectivamente era demasiado pequeña. Ya casi está acabada y he cambiado el diseño, así que tendré que cambiarlo en el Ravelry.
