De vuelta al redil urbano (2a.parte)

Las vacaciones han ido bien, Jaén-Almuñécar-Jaén, con playita en Almuñécar y descanso y buena comida en Jaén. Os recomiendo El Palacio de las Manillas, en Sabiote, un antiguo palacio renacentista, justo entre el castillo y la iglesia, donde se comen maravillas como croquetas de boletus, albóndigas de espinacas con salmorejo, cordero asado, rabo de toro y helado de aceite de oliva... además tienen una muy buena bodega y está muuuuuy bien de precio. El palacio es una preciosidad, bien restaurado y con muy buen servicio. Ideal para estar unos días alejado del ruído, y como campamento base para hacer salidas por los alrededores, a Cazorla, a Sierra Mágina...

En Almuñécar, como siempre, divinamente al lado de la piscina y con las peques entretenidas con las actividades. Ahí es cuando realmente descansa una de verdad. El buffet muy rico, con platos pensados para los peques, que de tanta piscina, no se acordaban ni de comer...

El domingo 23 aterrizamos al mediodía de las vacaciones, junto con mis padres y por la noche llegaron mis hermanas, las dos!.

Venían una de Pequín, y la otra de Toulouse, además de traerse a mis dos sobrinillos, ese par de vikingos con ojos azul cristal y pelo rubio-casi-blanco, que además hacen un despliegue de energía tal que siendo seis adultos, no podíamos con ellos (no sé cómo mi hermana sobrevive al día a día jejeje).

A todo esto, claro, el 24 debía empezar a trabajar, solo por las mañanas, pero claro, hay que levantar a las peques (que han vuelto totalmente asalvajadas), vestirlas e intentar meterlas en el coche para dejarlas con los abuelos y sus tías hasta la hora de comer:

- no mamá, este vestido no, el azul!
- no quiero estas sandalias, quiero las otraaaaaassss! (las de la piscina, por supuesto)
- mamiiii, píntame los labios! (si, ya me piden que les pinte los labios)
- mamiiiiiiiiii, quiero colonia!!!!

Y mami aún sin secarse el pelo, con rimel solo en un ojo y un dolor en todo el cuerpo que me daban ganar de meterme en la cama y decir que estaba enferma... maldita conciencia del trabajo que no me deja ni mentir una sola vez y hacer campana en la oficina!

Lunes: reunión a las 10h... y me dice el jefe: tú también. Y yo que pienso: malo, malo, malo... y efectivamente, al final de la reunión nos suelta que no se ha firmado la prórroga del proyecto y que como máximo nos vamos a la calle en octubre o noviembre. Jarro de agua fría, no, si ya me lo temía yo... así que empiezo a recuperar planes de futuro incierto (siempre hay que tener un plan B y un plan C y así sucesivamente para no quedarte en la cola del paro)

Martes: el jefe no abre la boca ni para desayunar

Miércoles: mis hermanas se van para sus casas y afortunadamente Montse se lleva a Claudia a Toulouse hasta el sábado, así que Joan irá a buscarla (hoy)

Jueves: el jefe dice que tal vez se ha precipitado y que a lo "mejor" tenemos "suerte" y se firma pero claro, ya no se atreve a hacerlo público

Viernes: las ganas de asesinar al jefe han aumentado exponencialmente desde el lunes y doy gracias por que es viernes y me puedo ir a casa con dos días de descanso por delante, para reflexionar el método de asesinato más idóneo, es decir, el que no me lleve a la cárcel...