08 octubre, 2007

Autobús

Nueve y media de la mañana, cojo el 65 in extremis y me siento en el primer asiento al lado de la puerta. Detrás de mi, una mamá con su hija de unos 4-5 años. Aunque intento concentrarme en la lectura, la conversación me deja atónita:

-mamá, ¿qué es una azafata?
- pues, es una señorita que viaja en los aviones y ayuda a la gente a sentarse y les trae zumos y café y les enseña dónde están las salidas de emergencia... y habla muchos idiomas... y bueno, muchas más cosas.
- ahhh!

Noto que la criatura se queda muy pensativa. Silencio.

-mamá, ¿cuánto gana una azafata? ¿Mucho dinero?
-bueno, pues no lo sé -azoramiento materno ante la expectación de medio autobús- pero es un trabajo muy bonito, conoces muchos países diferentes, muchas ciudades...
-si, vale mamá, pero ¿cuánto gana una azafata?
-pero es que el dinero no lo es todo...
-pues si no se gana dinero, no seré azafata!

Aquí la criatura, ante la vaguedad de las respuestas maternas, acababa de tomar una decisión temporal (espero) hasta la próxima observación de un nuevo trabajo... y esto me da qué pensar.
Yo de pequeña quería ser muchas cosas (ya se sabe, jeje, bombera, arquitecta, profesora) en fin, nunca me planteé cuánto dinero ganaría.

Está claro que los escenarios y los tiempos han cambiado muchíiiiisimo y no sé si estoy preparada para que mis hijas me hagan preguntas semejantes, por lo menos en público ;P

Por cierto, que el sábado le publicaron este artículo en El Periódico de Catalunya a una persona a la que quiero muchíiiiiiisimo.



1 comentario:

Adijirja dijo...

Jop! pues yo queria ser piloto de aviones... quien me iba a decir que le iba a coger fobia volar...
Muy intersante el articulo. Si es que hoy en dia aun hay gente que cree que el maltrato solo se hace mediante el castigo fisico...

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