Ayer Helena se tiró de la cama de mis padres mientras creíamos que dormía la siesta. Aterrizó de cabeza y tiene un chichón considerable de color azul.
Ni que decir tiene que salí disparada hacia el ambulatorio y cuando le expliqué al médico lo que había pasado se echó a reir...
De repente me acordé que Claudia, con unos 11 meses, también hizó paracaidismo, pero ella desde su cuna (un metro veinte de altura) y también me tuve que pasar la noche despertándola cada tres horas, para ver cómo se enfadaba; que es lo normal cuando no se han hecho nada.
El resultado es que estoy rota de no dormir (Joan está de viaje) por que Claudia se vino a dormir conmigo y claro, cuando alguien (aunque sea tu hija) te pone la rodilla en la cara cuando casiiiii estás dormida, pues como que no. Y como no he conseguido ni enfadarme, he llegado a la conclusión de que debe ser amor de madre, jaja :P
Para más inri en el trabajo he estado como 2 horas haciendo mi ruta bancaria (época de rentas, ya se sabe) y he acabado por coger un mosqueo impresionante. A la pregunta de "y tú ¿qué quieres ser de mayor?", ya sé la respuesta: "trabajar en un banco"; por mucho que hagan siempre dan la sensación de que no sudan...
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